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Academia SÓCRATES
No me importa lo que haces, sino quien eres.
Evangelina Vela
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Busto de Sócrates

Blog Sócrates

   Este blog pretende ser un punto de encuentro para los internautas que buscan información acerca de Sócrates y desean intercambiar sus reflexiones acerca del filósofo o de sus enseñanzas.
   Al mismo tiempo está abierto a cualquier otro tema cuya reflexión y análisis pueda ser de actualidad pero que tenga vocación de permanencia.
   Temas: 10

1.   Sócrates y la mayéutica

La refutación tiene la misión de suscitar en los otros la conciencia de su ignorancia, encaminándolos así a una purificación espiritual de sus errores y faltas. No debe llegar a una conclusión positiva, sino a un resultado negativo que, sin embargo, es preparación y estímulo para una investigación reconstructiva.

Para Sócrates, la purificación y liberación de los espíritus es una exigencia religiosa: una misión sagrada que le había sido confiada por el Dios. Por eso, Sócrates considera el hecho de que se lo refute como un beneficio que recibe. Esta liberación no solo es un beneficio, sino una exigencia fundamental del método socrático; se trata de una purificación moral, al mismo tiempo que intelectual, por la cual el espíritu se halla puro y dispuesto para la verdadera actividad que le compete.

Aquel a quien se refuta no debe permanecer pasivo, sino que debe cooperar activamente en la refutación, etapa que el educador dirige más que efectúa. Así es como la refutación logra su mayor eficacia, quedando convertida en preparación necesaria y estímulo para la investigación...

24 de Mayo de 2016
Compartiendo Filosofía
Madrid (España)

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2.   La cicuta

En el momento de beber la cicuta, dice a sus amigos que no lloren porque lo que va a morir no es Sócrates. Ese cuerpo que va a dejar de vivir no es él, no es Sócrates. Su espiritu, su pensamiento es Sócrates. Sócrates no muere, Sócrates permanece vivo, porque su pensamiento es igual al pensamiento de miles o millones de seres que piensan igual que él, pero en un pensamiento libre, no impuesto, un pensamiento propio, que es igual al que él poseia.
Creia en la verdad formando parte de su vida. Y eso es lo que hace que sea verdad, el que uno lo viva en libertad, no imponiéndosela a nadie, sólo el que ama y reconoce el verdadero valor de la verdad, no la impone. Todos los que la imponen, esos saben que lo que obligan a aceptar como verdades son mentiras creadas para obligar a creerlas como verdades.

05 de Mayo de 2011
Conchilloria
Vigo -Pontevedra- (España)

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3.   Yo sólo sé que no sé nada

Buen día a usted que lee esta nota.

¿Cómo hacer para que una frase predomine en la historia hasta nuestros dias? Sólo provenientes de un Venerable Maestro.

Reconozco mi ignorancia a cada paso que doy, mas sin embargo en ocasiones siento que no es mi humana persona la que dirige mis pasos, es un apasionamiento por sintonizarse con las leyes del universo, aún sin conocerles.

Por estos días y a través de mi corta existencia, he evidenciado la fuerza de esta frase, aun y que parezca trillada y alegórica para estigmatizar a cierto tipo de personas, en algunos lugares llamadas "idiotas", que yo mas bien llamaría "ignorantes ilustrados".

Dícese del Licenciado (el que tiene licencia para una actividad) que es un "sabio", pero solo en esa área de conocimiento.

Mas que decir de aquél que se dice saber mucho de las "cosas del corazón", es mas ignorante , porque ignora lo que hay en eso que llaman "corazón".

La razón verdadera que nos pudiese llevar a conocer esos intrínsecos misterios del corazón del ser humano es el conocimiento de si mismos; no es afuera donde debemos buscar, no es afuera en donde se libran las batallas dialécticas. Es dentro de nosotros. Es buscando y encontrando eso que llaman "ALMA", que es la escencia de cada ser humano. Y que en algunos está muy obstruida por el intelecto y no le permite comprender las leyes del universo de manera sencilla, para ser transmitidas con el ejemplo a nuestros semejantes.

En realidad de verdad os digo que este camino puede llevar dias o años. A algunos les lleva "siglos". No hay reglamento que nos obligue a empezar con esta aventura interna. Es decisión propia, de nadie más.

Al leer "biografías" de tal o cual personaje, uno no hace más que ver la opinión de quien estuvo a su lado. Así como en la guerra, la historia la escribe el ganador, y prevalece en la historia por encima del vencido, así es que nos llega hasta estos días esas historias de personajes idos.

¿Qué es lo que prevalece? es la escencia perenne y universal que todo ser humano busca: LA VERDAD y EL AMOR

La verdad que es, no la que muchos quieren que sea. DURA LEX, SED LEX.

El AMOR supremo, la energía que mueve al mundo y que hace que tengamos paciencia con el hermano que no sabe escribir un artículo o expresarse correctamente; no el amor por algo del tiempo y de la mente.

En última instancia, me agradaría vertieran su opinión del comportamiento humano en el lugar donde residen. Me interesa saber si la busqueda de la VERDAD y del AMOR es igual aqui o en España

Que el dios le colme de bendiciones a ti y a tu apreciable familia como hasta este día.

"Lo que hacemos en vida, hace eco en la eternidad". Gladiator.



14 de Febrero de 2008
Jose Luis Briones
Monterrey , N.L. (México)

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4.   Mantener la compostura

Mantener la compostura en la Administración es complicado, ya que nos dividimos entre el servicio al ciudadano y el cumplimiento de tus obligaciones como trabajador.

Existe una línea muy fina entre cumplir tu juramento como funcionario y cumplir las órdenes de tus superiores. Estudiamos la Ley para aprobar una oposición, que cumples y mantienes durante un tiempo (al principio). Después, uno se acomoda al "status" de su entorno laboral, y como consecuencia, surgen los miedos a decir "no" a un superior, a imponerte como garante del orden jurídico y, en definitiva, a "ser rechazado" por el colectivo de tus compañeros por no integrarte en la "manada".

El funcionario siempre debería tener enmarcado y delante su toma de posesión y el juramento que firma, para recordarse a sí mismo su función. Debería de ser como un espejo, en el que todas las mañanas te miras para no olvidar tu rostro y quién eres.
Ante todo, uno debe mantener una actitud displicente al ciudadano -aunque le reviente las entrañas por dentro el ciudadano poco respetuoso-, porque si todos nos ponemos al mismo nivel, ¿quién marca la pauta del comportamiento cívico y del saber estar? La paciencia y la no identificación con el otro es harto importante. Recuerda tu obligación y tu autoridad, porqué no, no entrando al trapo de las palabras necias. Si no te identificas con los comentarios vejatorios del público no te alterarás. Y si te afecta, por algo será, ¿no crees?
Respecto a las relaciones laborales con los compañeros, idem de idem. Uno debe saber quién es y cuál es su trabajo. Los amigos los elije uno, los compañeros "te los dan pensados", y al trabajo se va a trabajar. Esto no excluye que las relaciones sean cordiales y afectuosas. No obstante, como decía mi abuela, "amigos, pero el borrico en la linde", esto es, sé tú mismo e independízate, ten tu propio criterio y no caigas en la competitividad ni el egocentrismo para aumentar tu autoestima.

Si uno es trabajador, honrado consigo mismo y efectivo, ningún superior está descontento contigo ni "abusará" de su cargo, pues tu conducta impone tu honestidad.

Un saludo a todos.

31 de Enero de 2008
Evangelina Vela
Alcázar de San Juan (Hispania)

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5.   Mantener la compostura

Mantener la compostura en la Administración es complicado, ya que nos dividimos entre el servicio al ciudadano y el cumplimiento de tus obligaciones como trabajador.

Existe una línea muy fina entre cumplir tu juramento como funcionario y cumplir las órdenes de tus superiores. Estudiamos la Ley para aprobar una oposición, que cumples y mantienes durante un tiempo (al principio). Después, uno se acomoda al "status" de su entorno laboral, y como consecuencia, surgen los miedos a decir "no" a un superior, a imponerte como garante del orden jurídico y, en definitiva, a "ser rechazado" por el colectivo de tus compañeros por no integrarte en la "manada".

El funcionario siempre debería tener enmarcado y delante su toma de posesión y el juramento que firma, para recordarse a sí mismo su función. Debería de ser como un espejo, en el que todas las mañanas te miras para no olvidar tu rostro y quién eres.
Ante todo, uno debe mantener una actitud displicente al ciudadano -aunque le reviente las entrañas por dentro el ciudadano poco respetuoso-, porque si todos nos ponemos al mismo nivel, ¿quién marca la pauta del comportamiento cívico y del saber estar? La paciencia y la no identificación con el otro es harto importante. Recuerda tu obligación y tu autoridad, porqué no, no entrando al trapo de las palabras necias. Si no te identificas con los comentarios vejatorios del público no te alterarás. Y si te afecta, por algo será, ¿no crees?
Respecto a las relaciones laborales con los compañeros, idem de idem. Uno debe saber quién es y cuál es su trabajo. Los amigos los elije uno, los compañeros "te los dan pensados", y al trabajo se va a trabajar. Esto no excluye que las relaciones sean cordiales y afectuosas. No obstante, como decía mi abuela, "amigos, pero el borrico en la linde", esto es, sé tú mismo e independízate, ten tu propio criterio y no caigas en la competitividad ni el egocentrismo para aumentar tu autoestima.

Si uno es trabajador, honrado consigo mismo y efectivo, ningún superior está descontento contigo ni "abusará" de su cargo, pues tu conducta impone tu honestidad.

Un saludo a todos.

31 de Enero de 2008
Evangelina Vela
Alcázar de San Juan (Hispania)

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6.   Búsqueda de la verdad

¿Qué es la verdad?. Supongo que es algo irrebatible, irrefutable, preciso, conciso, sobre un tema determinado.
No obstante, nuestra experiencia nos dicta que la verdad sobre algo, si es que existe, no es facilmente aprehendible. Se escapa por los poros de los diferentes puntos de vista, experiencias y en general aproximaciones al tema.
El Método Científico es en si mismo una búsqueda de la verdad y por tanto una ascética de la mente y del comportamiento humano.

Me pregunto si en estos tiempos de la Informática sería posible encontrar un herramienta o un sistema que nos permitiera profundizar, preguntando y respondiendo, en cualquier ámbito del conocimiento humano hasta hallar “la verdad”, definida esta como “aquello con lo que nos conformamos” a la hora de decir que sabemos.

La equiparación de la verdad a “aquello con lo que nos conformamos” necesita tal vez de una explicación. Procede simplemente de la observación de Internet. De repente según mi forma de ver, nos encontramos con la posibilidad, inédita para nuestros antepasados, de explorar todo (o gran parte) del conocimiento humano sobre algo, desde nuestro ordenador.

Ante esta fantástica realidad, yo me encuentro ligeramente perdido. Necesito un maestro que me ayude a progresar. Sócrates está presente con su método en la búsqueda del conocimiento. ¿Hasta donde queremos llegar en nuestro saber?. ¿Dónde debemos parar?


17 de Mayo de 2007
Carlos Amez
Guadalajara (España)

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7.   ¿Eres insignificante para cambiar el mundo?

¿Cuánto pesa un copo de nieve?... preguntaba un colibrí a una paloma
La paloma respondió: nada, y el colibrí le contó:
Me posé en una rama de pino, cerca de su tronco. Empezaba a nevar. Como no tenía nada que hacer empecé a contar los copos mientras caían sobre las ramas de mi tronco. El número exacto fue de 3.741.952. Cuando cayó el siguiente copo (sin peso, como dices) la rama se rompió.
Dicho esto, el colibrí levantó el vuelo.
Quizá tan solo sea necesaria la colaboración de una persona más para que la solidaridad se abra camino en el mundo.

Kurt Kauter

¿Todavía crees que eres insignificante para cambiar el mundo? No. Pero el mundo cambia desde "adentro" y el ser humano actúa por mimetismo. Los grandes cambios histórico-sociales se producen desde grupos reducidos que despiertan conciencias colectivas.

El océano se compone de gotas de agua... ¡¡ Todos son necesarias !! Ningún Todo existe sin los individuos. Tú eres un Todo, pero el cuerpo humano se compone de billones de seres microscópicos llamados células así como de una integración perfecta en su funcionamiento. Si hay orden, todo va como la seda, pero si uno se subleva, el Todo se desintegra y da lugar a otro plano de existencia...

Y tú... ¿ qué sabes ?

17 de Febrero de 2007
Evangelina Vela Madrid
Alcázar de San Juan (España)

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8.   La importancia de los cambios

Recientemente, apenas unos meses, he cambiado de “empresa” –empresa pública- y además de puesto de trabajo. Quiero reflexionar sobre la importancia de los cambios en la vida y sus consecuencias en la persona.

Creo recodar que fue Heráclito quien exclamó “Todo fluye, nada permanece”. Si observamos la vida, la naturaleza, desde cualquier ángulo, veremos que ineludiblemente se producen cambios. Si nos fijamos en la Física, es indiscutible, hasta ahí estamos todos de acuerdo, ¿verdad? Pero lo realmente importante –porque lo físico nos lo “dan pensado”- son los cambios interiores en la persona.

Me gustaría marcar una diferencia entre cambio de personalidad y cambio progresivo de enfoque. Es un terreno árido y áspero para el que lea y se vea a sí mismo.

Cambio de personalidad podríamos decir que se produce cuando no reconocemos a una persona, conocida de tiempo atrás, en su nueva forma de actuar. Psicológicamente, sigue siendo la misma persona. El diagnóstico de su cambio no sería madurez ni evolución, sino INSEGURIDAD, por tanto, su cambio obedece a que “imita” una postura ajena, posiblemente para adaptarse a un medio en el que no sabe ser él mismo. Sin embargo, la segunda acepción, se llama MADUREZ o EVOLUCIÓN. Ésta se produce como consecuencia de las experiencias vividas en la vida; es el “jugo” o “enseñanza” que se extrae de cada vivencia. No existe el bien y el mal. Todo es positivo. Existen actitudes o experiencias positivas o negativas, pero en el fondo, todo es positivo porque se suceden para APRENDER.

Observaréis que todo depende del enfoque que demos a las experiencias. Cuando nos ocurre algo negativo, tendemos a hablar mal de la situación y a quejarnos constantemente. Si en vez de recrearnos en nuestra propia miseria –porque es más sencillo que luchar- viésemos esa vivencia como un espejo de tu persona para que cambies, los dramas dejarían de serlo y pasarían a ser experiencias positivas. Cualquier situación que venga a tu vida es una parada más del camino que tú andas. No sé si el destino existe, pero desde luego lo que es irrefutable es que el destino lo haces tú, con tu actitud. Es fácil observar que continuamente vuelven a nuestra vida situaciones similares. Esto ocurre hasta que tomas consciencia del mensaje subliminal de la vida y rectificas tu actitud. Incluso las personas son espejos de nosotros. Las buenas, porque sintonizan contigo, y las malas porque te enseñan a no serlo.

Pero todo esto hay que saber verlo. ¿Cómo? Permaneciendo ajeno a la vorágine de “tu vida diaria y rutinaria”. Siendo espectador de tu propia vida. Si te crees el actor principal estás perdido; estarás dando vueltas continuamente sin evolucionar porque nunca serás capaz de ver la película ni que el guión lo escribes tú. Si, por un momento, te olvidas de que eres el ombligo del mundo, serás capaz de comprenderte a ti mismo y a los demás. Sólo representas un papel, y como buen actor, debes reflejarte en él pero no perder tu esencia.

Todo esto podríamos aplicarlo al entorno laboral. Pasamos a desarrollar el pensamiento: los cambios.

Cuando permanecemos muchos años en el mismo puesto de trabajo, haciendo la misma tarea rutinaria, además de la pesadez que conlleva el trabajo administrativo, nos acomodamos y perdemos la motivación de superarnos. Esto se puede comparar con el ejercicio físico. Si no practicas deporte, tu cuerpo se deteriora con mayor rapidez y subir una escalera te supone un desafío. Sin embargo, el deportista está en buena forma y siempre mantiene el espíritu de superarse cada día.

Los cambios son salud, en todos los órdenes de la vida. Si no hay cambios, no hay evolución, y tu situación se hace rutinaria, lo cual, produce infelicidad y estancamiento. Como dice una cita “el ser humano sólo evoluciona por consciencia o por dolor”. Lamentablemente, la mayoría de los casos se producen por el segundo caso. Vivimos ciegos, sin ejercitar nuestra mente. No reflexionamos sobre nada, a pesar de que sólo nos llevaría unos minutos diarios estar a solas con nosotros mismos observando y captando tu entorno, así como lo que te aporta. Sólo cambiamos “por obligación” cuando una situación nos aprieta.

Como nosotros mismos no favorecemos saludablemente los cambios, la vida nos obliga, de ahí la frase del comienzo, “todo fluye, nada permanece”. La naturaleza es evolución constante. Si no producimos el cambio, el momento obligatorio se vuelve doloroso. Algo que deberíamos hacer con salud y alegría, como es un cambio, se torna duro y doloroso.

En el trabajo, todos los puestos tienen su parte positiva y su parte negativa. En un puesto al público, por ejemplo, lo negativo es que tú eres el dique que contiene toda la agresividad y enfado con que el público llega a la oficina. Tampoco es un puesto relajado porque continuamente has de permanecer en la silla. Por el contrario, lo positivo es que tratar con tantas personas y tan distintas te enseña muchísimo. Cada persona es un mundo, con una cultura, educación y expresión completamente distinta.

Los puestos de trabajo internos son más tranquilos, porque realizas el trabajo conforme deseas, pero las horas pueden hacerse más largas y el trabajo aburrido.

Con esto quiero decir que una situación debe durar mientras te aporta algo. Cuando se vuelva tediosa y no te incentive, debes intentar cambiar de puesto. Lo mismo ocurre con el entorno, los compañeros y superiores jerárquicos. Cuando trabajas con gente nueva, todo es bueno, porque tus sentidos se agudizan mientras te adaptas, y si eres inteligente, aprenderás de esas personas. Cuando ya no te “diga nada” el puesto o los compañeros, debes entender que ha llegado el momento del cambio.

Esto es importantísimo para incentivar al funcionario. A menudo ocurre que “nos obligan” a permanecer en un puesto durante muchos años. El ser humano necesita cambios. Si esta situación persiste hay tres aspectos que salen muy perjudicados: el público, el funcionario y la Administración. Todo se corrompe si no se cambia. Y éste, señores, es uno de los cánceres de la Administración Pública española.

Los concursos de traslado deben de realizarse más a menudo. Pero claro, hay que incentivar al funcionario, en su justicia y arbitrariedad, porque sino aquel no cambiará de puesto. Si estás bien “remunerado” en tu puesto, no cambiarás; si estás “consentido” en el trabajo, no cambiarás. Si las bases del concurso no son transparentes y según méritos, no tendrás opciones, etc.

Todo esto sólo es una invitación a la reflexión sobre lo saludable de los cambios. La democracia en el trabajo es indispensable. Pero para que esto te haga mella, primero tienes que pensar como persona, y después proyectarlo en todos los aspectos de tu vida.

¡¡ Salud y Paz ¡! ¡Todo es luz!


28 de Enero de 2007
Evangelina Vela
(Funcionaria de Administración Local)

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9.   Sócrates

Felicitaciones por su aportación desinteresada a la humanidad sobre el grán Sócrates, todo lo bueno que pueda decirse sobre él es poco y la riqueza que uno adquiere de la lectura de los diálogos platónicos se incrementa notablemente con su relectura, enseña a las personas a ver las cosas como son y no como parecen y descubre al lector el mundo maravilloso de belleza extraordinaria que se encuentra dentro de uno mismo cuya contemplación produce un éxtasis innenarrable de gozo y paz en el alma.

Todo lo que se hace por los demás desinteresadamente, produce frutos aún mejores para el alma de quien los hace sin buscar el pago mercenario.

15 de Septiembre de 2006
Teresita de Jesús González
México (México)

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10.   El verdadero Maestro es aquél que predica con su ejemplo.

Sé que este “blog” está dedicado al gran maestro Sócrates, pero hoy, me han ofrecido inaugurarlo y creo que mi exposición tendrá cabida pues aunque no se trate del filósofo, concierne a otro “maestro”, alumno de aquél.

He de decir que hoy es un día muy señalado para mí, pues, aunque sea presunción, he aprobado mi tercera oposición, y no es por el número, sino por aprobar en propiedad una plaza de funcionario en mi localidad natal y de residencia, Alcázar de San Juan (Ciudad Real). Un fin largo tiempo soñado, pues acumulo ya diez años de carrera profesional en otras localidades (Ciudad Real y Tomelloso).

Esto viene a cuento de que he preparado esta plaza en un brevísimo espacio de tiempo, por no enterarme antes de las fechas de examen. Resulta que lo que uno aprende bien permanece no sólo en la memoria, sino en el “alma” de la persona, y de ahí la posible capacidad que haya tenido para llegar a buen puerto. He de decir con mayúsculas que ningún barco llega a buen puerto, permitidme la retórica, sin un capitán que maneje el timón. Creo que este barco, que arrastro treinta y tres años ya, ha sido dirigido por el mejor capitán que mi intuición o mi raciocinio intelectual –como diría este gran personaje tanto como escéptico-, eligió en su día.

No creo en la casualidad, tal vez en la suerte, pero … ¿qué es la suerte sino ese maravilloso y sutil hilo que conduce una serie de acontecimientos “fortuitos” a tu vida? La suerte existe, pero no condiciona, al menos esa es mi experiencia. Es un factor que puede determinar o hacerse inclinar la balanza en un momento concreto a tu favor. Pero como dijo Machado, “… el camino se hace al andar”, no hay suerte si no hay esfuerzo, en cualquiera de las manifestaciones u órdenes de la vida.

Si hubiera de ser una persona supersticiosa o crédula en la “cultura del azar”, en cualquier caso, diría que, si he tenido suerte en esta vida ha sido por encontrarme con personas de “gran talla” de las que he aprendido mucho. Pero no soy crédula; creo que ese “dios que anida en cada uno” –en forma intelectual y espiritual- me ha guiado siempre hasta dónde y quién he pretendido llegar. El mérito de encontrar algo en la vida es tuyo, no de la suerte. No hay nada fortuito en la vida. La cuestión no es objetiva, sino subjetiva, pues de lo que se trata es de si aprendes de aquello que se te pone delante.

No me creo tampoco persona parcial respecto a mis inclinaciones personales, máxime cuando la relación, en su principio, es puramente interesada, no del corazón. Por tanto, puedo decir que hablo con objetividad y experiencia. Estoy hablando de un maestro, de D. Javier Tejado, si me permitís el apelativo tan directo, de Mi maestro. Y permitidme decirlo, aunque también parezca presuntuoso por mi parte, “el maestro aparece cuando el alumno está preparado”. Creo que entendéis.

Yo comencé mi andadura opositora al principio de los 90, muy jovencita. Sinceramente, empecé a estudiar por interés laboral, pero no me gustaba nada ni el temario ni el trabajo elegido, soy Auxiliar Administrativo de Administración General. No entendía nada del vocabulario jurídico ni tampoco me interesaba personalmente.

Sin embargo, tuve la “suerte” de elegir al mejor maestro y puedo argumentar mis palabras. Maestro, en la acepción de la enseñanza pura y dura, puede ser cualquiera, sin menoscabar ni ofender la capacidad de nadie. Pero personas que realmente te muestren la condición de lo que te enseñan, hay pocos. Al principio, creía que las leyes y todo ese rollo no iba para nada con mi persona, pues soy utópica –como él suele decirme- e idealista por naturaleza. Después, con su sutil y particular forma de enseñar, fui aprendiendo a proyectar todo mi idealismo en las bases jurídicas de nuestro país.

Hoy, continúo siendo idealista, de lo que me siento orgullosa. Llevo diez años de servicio al ciudadano, y no me gusta mi trabajo, me aburre la burocracia y creo que la Administración Pública es un fracaso estrepitoso a todas luces en el sentido organizativo. Sin embargo, amo lo que represento, la condición de ser Funcionaria, es decir, de representar el Estado de Derecho –en el que creo firmemente- y garantizar y legitimar los derechos de los ciudadanos frente a los poderes públicos.

Este concepto es el que la gente no capta al estudiar el temario de las oposiciones. No se trata sólo de un sueldo fijo, de un empleo "cómodo" o estable, por otro lado, condición esta última indispensable para que sea posible la imparcialidad y la independencia del funcionario. Se trata, ¡nada más y nada menos!, que de servir al ciudadano cumpliendo y haciendo que se cumplan la Constitución y las Leyes. A esto nos debemos. Para eso nos hacemos funcionarios.

Por desgracia, a veces este mandato legal se nos olvida y se recuerda poco cuando formas parte de la plantilla. Olvidamos que los funcionarios cobramos de los impuestos de todos los ciudadanos, por ende, les debemos nuestro respeto y deferencia como bien señala la legislación de Derecho Administrativo. Únicamente debemos a los poderes públicos el respeto y reconocimiento a su autoriedad, respondiendo a los criterios de jerarquía organizativa, dado que el mismo ciudadano es el que les confía su voto para su correcta y adecuada administración en beneficio de todos. No hablo de nadie en particular, sino de la generalidad y de la cultura del funcionario, que es lo que llega a los particulares.

Pues toda esta charla se la debo a este gran hombre, que me inculcó los principios sociales y los valores del Estado de Derecho español. No sólo me daba los temas sin más, sino que me mostraba su contenido de fondo. Esta teoría o método de enseñanza puede no gustar a otros, porque no nos suele gustar que nos digan lo que hemos de pensar o, simplemente, se nos haga pensar, que se nos cuestione planteamientos o que se nos anime a argumentar. Francamente, incomoda. Pero hay que ser humildes en la vida, y abrir los ojos y los oídos y escuchar, y lo que sintonice contigo, hacerlo tuyo para siempre. Ese es el gran libro de la vida, así se aprende realmente.

He de matizar también que, personalmente, para mí es -además- un gran ser humano, pero eso ya entra dentro de mi experiencia y sintonía particular, que no tiene porqué ser la de todo el mundo. Acudí a él en una ocasión crítica de mi vida privada, y me dio su visión de los hechos, que por supuesto tuve muy en cuenta. Y fuese o no fuese la más acertada, fue la justa y la apropiada, porque yo suelo decir, que “nunca es poco cuando lo que se da es todo lo que se tiene”. Eso es lo importante, lo demás, es parte tuya.

Ya no voy a la Academia como antes. Sin embargo, uno, donde ha encontrado consuelo o grandes enseñanzas, lo mantiene, y vuelve siempre a sus brazos, como un niño a su madre. Así acudo siempre que he tenido alguna inquietud laboral o personal, si creía que podía aconsejarme bien. Y nunca me ha fallado. Así me ha respondido siempre, con sus buenos consejos y gran experiencia, pero sobre todo con el corazón.

El mejor consejo me lo ha dado él, "en todos los ámbitos de la vida: mantén la dignidad en todas tus actuaciones y sé fiel a ti misma." Cierto es, por experiencia propia mía, que uno sólo es feliz en esta vida si es fiel a sí mismo, de lo contrario, hay desequilibrio en tu interior y la consiguiente desarmonía en tu vida exterior.

Creo que todo esto sólo lo he hecho con un motivo, el de darte las gracias, Javier, y creo que no hay mayor recompensa para un maestro que recibir la gratitud de sus alumnos y la de ser partícipe de su alegría en la consecución de sus medios. Así quiero hacerte partícipe de mi alegría hoy. Y te rindo homenaje por tu “fidelidad” si me permites, sin que ello malogre o menoscabe la que dispensas a todos tus alumnos.

MUCHAS GRACIAS POR TODO. Y SOBRE TODO, POR SER COMO ERES. NO CAMBIES NUNCA, SÓCRATES.
SIENDO UNO MISMO SE TRIUNFA, ESE ES EL SECRETO DE ESTA ACADEMIA QUE AHORA OS TRANSMITO A VOCES. REFLEXIONADLO.

PARA AQUEL QUE LO LEA Y, COMO DECÍA OTRO GRAN MAESTRO, EL QUE QUIERA ENTENDER, QUE ENTIENDA.

Un abrazo muy sentido. Muchas gracias a todos y perdonad mi “gran elocuencia”.

¡¡ Suerte en vuestro camino ¡!


10 de Julio de 2006
Evangelina Vela Madrid
Funcionaria del Excmo. Ayuntamiento de Alcázar de San Juan
Alcázar de San Juan (España)

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